
¿Miedo al rechazo o a la impopularidad?
En nuestras consultas online de terapia psicológica tratamos muchos tipos de miedos, y uno de los más habituales son los relacionados con “no estar a la altura”. En muchas de nuestras sesiones en Psiconalma ayudamos y orientamos a nuestros pacientes en el camino de la superación de estos miedos, y en este post vamos a explicarte qué diferencias hay entre el miedo a la impopularidad y el miedo al rechazo. ¡Vamos allá!
Miedo a la impopularidad
- Miedo a no ser amado o valorado, a no gustar a los demás.
- Algunas creencias que suelen estar presentes:
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- «Para que los demás me quieran, tengo que complacer»
- «Los demás me quieren por lo que hago, no por lo que soy»
- «Siempre tengo que estar disponible para los demás, si no dejaré de ser válido»
- Se anticipan a las necesidades de los demás.
- Suelen evitar opiniones y decisiones incómodas.
- No suelen marcar bien los límites
- También puede estar presente la sensación de injusticia y combinarse ese miedo con rabia y decepción.
Ejemplos:
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- “Tengo que acompañar a Paula a por el regalo de su madre aunque no me apetezca nada porque si no seguro que este finde no me avisa para quedar».
- “Me da miedo decir lo que pienso con mi grupo de amigos porque me mirarían con otros ojos”.
- “Parece que cuando necesito a los demás nunca están pero si a mí me llama un amigo, lo dejo todo por él”
- “Siento que si me voy al gimnasio por la mañana, no me daría tiempo a prepararle el desayuno a mi pareja y va a perder el interés en mí”
Miedo al rechazo
- Miedo a ser dejado de lado, alejado del grupo o de la relación.
- Algunas creencias que suelen estar presentes:
- Tengo que decir cosas interesantes porque si no, me van a rechazar.
- Antes de que los demás me rechacen, les rechazo yo a ellos
- Cuando estoy con gente, estoy en peligro.
- Estoy condenado al rechazo para siempre.
- Suelen evitar exponerse incluso llegando al aislamiento.
- En sus casos más extremos puede derivar en fobia social.
- Acostumbran a estar más pendientes de sus propias sensaciones y pensamientos en vez de escuchar lo que dice el otro.
- Pueden llegar a percibir las reacciones de los otros anticipadamente como ataques.
- Suele estar presente en personas que han sufrido bullying.
Ejemplos:
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- Estoy todo el tiempo pensando en qué broma decir después y si va a hacer gracia o no y cuando me quiero dar cuenta, he perdido el hilo de la conversación.
- Paso de hablar con mis compañeros de trabajo, siempre que digo algo me miran mal.
- Es una condena, siempre me pasa lo mismo, no encajo en ninguna parte así que prefiero no salir.
- No me atrevo a pedirle salir a la chica que me gusta por si me dice que no. Me ha pasado siempre así que creo que me quedaré soltero para toda la vida.