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La metáfora del Jardín Estrangulador de Harry Potter para explicar la ansiedad.

Sentir ansiedad es un sentimiento habitual que forma parte de la vida de las personas y que aflora en respuesta a un peligro externo o interno. Sin embargo, está considerada como una enemiga por muchas personas. Si bien es cierto que sentir episodios de ansiedad puede llegar a ser realmente molesto, sobre todo cuando ya se ha generalizado tanto que no está actuando para su función natural, cuando todo puede resultar peligroso para nuestro organismo. 

Aprender a manejar la ansiedad es otro de los retos y de las demandas que más frecuentemente se encuentran en consulta. Y como grandes fans de Harry Potter, en Psiconalma nos gusta utilizar la metáfora del jardín estrangulador que podemos encontrar al final de la película “Harry Potter y la piedra filosofal”.

 

La ansiedad explicada en la escena del Jardín Estrangulador de Harry Potter

En esta escena, Harry, Ron y Hermione caen a un jardín muy frondoso de enredaderas donde no hay puerta de salida. A medida que intentan avanzar por él las enredaderas empiezan a atraparlos… Ron, que es el más miedoso de todos, empieza a luchar contra las enredaderas y éstas cada vez le aprietan más y más, llegando a estrangularle, lo que produce que Ron se agobie aún más. 

Cuando intentamos luchar contra los síntomas de la ansiedad pasa algo extremadamente parecido… Si ponemos el foco en ellos e intentamos controlarlos, paradójicamente empiezan a aumentar y nos empezamos a encontrar peor, rompiendo la curva natural de la ansiedad, que cuando llega a su pico empieza por ella misma a bajar. 

Hermione, por su parte, se da cuenta de que cuanto más intenta luchar contra la enredadera estranguladora, más aprieta, y aunque vaya en contra de su instinto de lucha decide probar otra estrategia. Simplemente se queda quieta, observando lo que está ocurriendo y su sistema empieza a relajarse… ¡OJO! No sirve decirte a ti mismo “pero venga, relájate, relaja el corazón…” porque esto se parece más a intentar controlarla. Su clave fue parar, dejar los músculos sin luchar, centrarse en su respiración, y la enredadera ya no solo dejó de apretar, si no que se fue soltando a sus pies y la hizo pasar hasta el siguiente escenario.

Si sientes ansiedad, ¡sé como Hermione! Confía en su mecanismo natural de subida y bajada. Párate a observarla sin juzgar, céntrate en el entorno y en inspirar y espirar el aire sin querer controlar los síntomas, sabiendo que ese momento cederá y que cuanto más intentes controlarlos, más zancadilla le estarás poniendo a la curva de la ansiedad. 

 

Comienza a manejar la ansiedad 

Existen numerosos trastornos de ansiedad que cursan con síntomas como dificultad para respirar, mareos, sudoración, palpitaciones, ritmo cardíaco acelerado, temblores… Síntomas que suceden en situaciones imprevistas, con frecuencia y son de gran intensidad y duración que afectan al fin y al cabo a la vida diaria de la persona que lo sufre. 

Estos sentimientos de ansiedad son una respuesta normal del cuerpo ante un peligro detectado, ¡pero no son nocivos! Desaparecerán por sí solos si no controlamos dichos síntomas. 

Si padeces ansiedad, la mejor forma de combatirla es amistarse con ella, entenderla y no luchar contra ella. En Psiconalma estaremos a tu lado para conseguir este reto y por fin ser dueña de tu vida. 



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