Cineterapia: UP, una película sobre el duelo y la empatía
¡Hoy toca un poquito de cine! Ya sabéis lo mucho que nos apasiona el cine en Psiconalma, por ello os traemos esta divertida e interesante sección en la que analizaremos películas desde el punto de vista de la psicología para entender aspectos mucho más profundos como el duelo y la empatía.
Esta preciosa película de Disney “UP, una aventura de altura” nos hace reflexionar sobre dos temas que tienen mucho peso desde el punto de vista psicológico: cómo vivimos las etapas del duelo así como la empatía que desarrollamos para una buena convivencia. A simple vista no tiene mucha relación un concepto y otro, pero si has visto esta peli sabrás a lo que nos referimos, y sino, ¡te lo explicamos a continuación!
La historia
La historia de UP comienza con Carl Fredricksen, un vendedor de globos que, junto a su esposa Ellie, sueñan con vivir las aventuras de Charles Muntz, un famoso explorador admirado por muchos. Esta entrañable pareja se conoce cuando son niños, y mientras se hacen mayores recrean sus aventuras en su juventud en una casa con la esperanza de que algún día ellos también pudieran llegar a vivir lo que aquel aventurero famoso experimentó en un viaje a Sudamérica.
Cuando Ellie y Carl se casan,disfrutan de una vida juntos muy feliz hasta que, una enfermedad se lleva a Ellie, y Carl se queda solo a los 78 años. Carl tiene que enfrentarse a la muerte de Ellie y con ello a la “deuda pendiente” con su esposa de emprender el viaje a Sudamérica que planearon desde siempre.
Por ello, decide convertir su casa en un globo gigante y viajar a América del Sur tal y como habían planeado cuando ella vivía. Todo cambia cuando un pequeño explorador de 8 años, Russell, se encuentra a bordo de esa casa flotante lleno de optimismo y con ganas de emprender una aventura.
Duelo
Up nos narra desde el principio una historia de amor, la de Carl y Ellie que llevan toda una vida juntos. Nos hace ser partícipes de lo que ha sido un centenar de imágenes de felicidad y también tristeza en esa secuencia de momentos que han vivido uno con el otro. Presenciar todo lo vivido y compartido en esta pareja nos ayuda a entender el vacío que siente Carl cuando Ellie fallece.
Digerir una pérdida es algo difícil y doloroso, un proceso que pasa por aceptar y permitir conectar con el dolor de lo que ya no puede ser. Adaptarnos a la nueva realidad que esto supone y darle un nuevo significado al recuerdo de esa persona mientras seguimos el camino.
En el caso de Carl vemos cómo después de esta pérdida está enfadado y se aísla del resto del mundo estando él y su casa intactas como si nada hubiese ocurrido y rechazando el contacto del exterior. Este aislamiento le hace estar desconectado del mundo, solo están él y su dolor.
Empatía
Russell se convierte en la llave que conecta a Carl de nuevo con el mundo y con lo que un día le movió e ilusionó, y le acompaña ayudándolo en la reelaboración de este dolor.
Carl, malhumorado y solitario, emprende la aventura que siempre había querido vivir con Ellie pero como hemos comentado, se topa con Russell, el niño scout de 8 años. No les queda otra que seguir el viaje juntos pero por culpa (o por suerte) surge una tormenta eléctrica que les lleva a las Cataratas Paraíso, el lugar que Carl y Ellie siempre habían soñado.
Allí, Russell y Carl se encuentran con una criatura extraña, un ave de grandes dimensiones al que el niño le pone el nombre de Kevin y que resulta muy amistoso, y un perro llamado Dug que habla gracias a un collar. Los 4 miembros de este extraño grupo se encuentran con un grupo de perros que les lleva hasta Muntz, el famoso aventurero que Carl siempre había admirado, sin embargo, se dan cuenta de que Munzt quiere atrapar a Kevin debido a la rareza de su especie.
Carl y Russell deciden salvar a su amigo Kevin para no ser capturado, y es aquí donde Carl vive un punto de inflexión en su proceso de duelo:
- Gracias a su amistad con Russell y con las demás criaturas, Carl vuelve a conectarse a la vida tal y como hace Carl con Ellie cuando pierden el bebé. Es muy común que el dolor nos aísle del resto, pero es importante trabajar la relación con otras personas y con estímulos del exterior que nos conecte de nuevo a la realidad. Haber mantenido la conexión con el niño fue clave para dejar de lado su aislamiento y mantenerse activo en otras relaciones de apoyo así como sentir empatía y afecto por otra persona.
- Apartar la culpabilidad y permitirnos “soltar” (¡cuidado! No estamos diciendo “olvidar”). Al igual que este personaje de Disney, muchas personas sienten que empezar a vivir nuevas aventuras, disfrutar en compañía de otras relaciones y amistades es sinónimo de traicionar a ese ser querido. Con “soltar” nos referimos a recordar esos buenos momentos que hemos vivido junto a esa persona, acordarnos de ella cada día sin culpabilidad y sufrimientos. Un aspecto esencial que podemos apreciar al final de la película cuando Carl decide salvar a Kevin aunque eso conlleve dejar ir su casa.
Tal y como le dice Ellie a Carl en su libro de aventuras, “La mejor aventura fue estar juntos”.