 
					La voz crítica interior: ¿es tuya o alguien te la puso?
Todas las personas tenemos un diálogo interno. Esa voz que nos acompaña cuando tomamos decisiones, cuando nos equivocamos o cuando conseguimos algo importante. A veces esa voz puede ser amable, motivadora, comprensiva. Pero en otras ocasiones se convierte en una crítica constante: “no eres suficiente…”, “qué ridículo has hecho…”, “deberías hacerlo mejor…”.
La pregunta es: ¿esa voz crítica interior realmente nace de ti… o es un eco de lo que alguna vez escuchaste de fuera?
¿De dónde nace la voz crítica interior?
La autocrítica no aparece de la nada. Se construye a lo largo de la vida a partir de:
- Experiencias en la infancia y adolescencia: comentarios de padres, profesores o compañeros que nos señalaban defectos o limitaciones.
- Entornos muy exigentes: crecer rodeados de mensajes que asocian el valor personal con el rendimiento, la perfección o la obediencia.
- Comparaciones constantes: con hermanos, amigos, compañeros de clase o incluso con los estándares irreales de las redes sociales (en cuanto a físico, estilo de vida…)
- Creencias sociales y culturales: la idea de que tenemos que cumplir ciertos roles, ser productivos siempre o alcanzar determinadas metas para ser “válido/as”.
Con el tiempo, esas frases eexternas se convierten en una voz interna que repetimos sin darnos cuenta. Y aunque esa voz no siempre sea nuestra, la terminamos sintiendo como parte de nuestra identidad.
Cuando la crítica interna se vuelve dañina
Un nivel moderado de autocrítica puede ayudarnos a mejorar, pero cuando esa voz se vuelve dura, constante y poco realista, puede tener consecuencias como:
- Ansiedad y preocupación excesiva.
- Dificultad para tomar decisiones por miedo a equivocarse.
- Problemas de autoestima y autoconfianza.
- Bloqueo a la hora de disfrutar de logros o momentos de calma.
- Mayor riesgo de depresión o agotamiento emocional.
La crítica interior no solo desgasta, sino que puede convertirse en un obstáculo para crecer y vivir de forma plena,.
¿Cómo empezar a silenciar esa voz?
No se trata de eliminarla por completo, sino de ponerla en su lugar y reconocer que no siempre dice la verdad. En Psiconalma os damos algunas claves:
- Identifica de dónde viene: Pregúntate si esa frase que repites te pertenece o si la escuchaste alguna vez de alguien.
- Ponle nombre: Imagina que esa voz es un personaje externo. Así podrás verla con distancia y cuestionar su autoridad.
- Contrarresta con autocompasión: Cambia el “no puedo” por “estoy aprendiendo”. Sustituye el “siempre fallo” por “a veces me equivoco, y está bien”.
- Habla contigo como lo harías con alguien a quien quieres: ¿Le dirías a un amigo lo mismo que te dices a ti? Probablemente no.
- Busca apoyo profesional: La terapia psicológica ayuda a identificar estas voces, entender de dónde vienen y dar espacio a una mirada más sana y realista de uno mismo. En Psiconalma podemos ayudarte mediante sesiones de terapia, o en su lugar, a través de nuestro cuadernillo terapéutico disponible para cualquier persona en nuestra web.
El objetivo: reconciliarte contigo
La voz crítica interior no desaparece de un día para otro, pero puedes aprender a reconocerla, a no dejar que te domine y a crear un diálogo interno más amable. Entender que muchas veces esa voz no es tuya, sino un reflejo de lo que te dijeron, es el primer paso para recuperar tu propio espacio interno.
En nuestras sesiones de terapia trabajamos precisamente eso: ayudarte a soltar esas voces heredadas y a construir una manera de hablarte más justa, compasiva y real. Porque cuando logras cambiar la forma en que te hablas, también cambia (y mucho) la forma en la que vives.
 
		